Desde aquí, quiero generar opinión sobre lo educativo, pedagógico, lo humano, lo social, lo político, Cómo parte de la tarea de ser formador. Poner en evidencia las concepciones que dirigen mi que hacer como docente, me propongo trabajar por avanzar en la reflexión sobre la coherencia histórica de mi papel o profesión en un país que lo necesita, llamado Colombia.
lunes, 28 de enero de 2013
Sobre la pobreza en mi barrio
Con mucho respeto y cuidado intentaré decir lo que siento como
miembro de mi junta de acción Comunal. Empezaré diciendo que
posiblemente nosotros no tengamos unos cinturones de miseria y pobreza
comosí los tienen otras JAC de la comuna 8, no descartando que entre
nuestros habitantes hayan familias que son muy pobres. La pobreza es un
estado social que involucra de manera variada y
polivalente aspectos de la vida en lo social, lo humano y lo
trascendental. Sí, involucra al actor sobre el que recae dicho estado,
es decir, aquel quien no cuenta con las condiciones básicas de
sobrevivencia y vida digna; involucra al actor que crea las
condiciones de inequidad o desigualdad.
Desde esta posición creo que debemos pensar en la pobreza en la
Ladera así: tenemos pocas familias, pero las tenemos que de manera sola y
dolida no tienen que comer, ancianos, adultos, niños y
hasta jóvenes que no comen. Hay sectores de nuestro barrio que
necesitan una mirada, para establecer muy prontamente la posibilidad de
un comedor al menos del almuerzo...
Y desde el actor que crea la inequidad aquellas personas que crean
el estado de la pobreza, por ejemplo un padre puede ser uno de ellos, al
no participar con su familia o sus hijos en la
distribución del talento, al no informarse, al dedicar más tiempo
para actividades que no arrojan nada en la mente de las personas, padres
que no realizan actividades deportivas culturales. Para
muestra un botòn, aquellos padres que van a la biblioteca a las
obras de teatro, estos no fomentan la pobreza, los que no van, sí.
Sabían ustedes que cada ocho dias hay eventos ne la biblioteca la ladera ...
Ser pobre es no contar con lo básico y no tener unos adultos que me
integren el la vida productiva cultural y social, y mejor me inserten en
el mundo de lo improductivo, ver programas de
televisón todo el día entre otras cosas...
Soñemos un barrio con grandes acciones culturales...
A solas en mi cuarto de estudio
Una reflexiòn para mis vecinos
Están a mi lado y no levantan la voz, llenos de contenido, llenos
de vida, pero ahí, en silencio; cada uno de nosotros coge solo lo que
necesita. No sé si sea por algún sentimiento de
miedo o prudencia que solo los dejo ahí, solo los tengo a mi lado;
mis libros son un mundo al cual entro con suma prudencia, en mi mente
circula el pensamiento de que ellos siempre estarán
ahí, que no debo ir tan rápido con ellos, que sólo debo sacar lo
que puedo y necesito, este pensamiento es como si tuviera miedo de que
se acabara el gusto por volver donde ellos o
que me hicieran daño si penetro demasiado queriendo conquistarlos.
En la relación con ellos, hay una sensación extraña, de vacío y llenura al mismo tiempo, siento que todo lo puedo pero no quiero, una pérdida de sentido y en ello el hallazgo de un nuevo sentido, es como si descubriera que puedo ser lo que quiera de la mano de los libros, pero que no quisiera llegar a tal fin; estoy apegado a una condición simple como muchos de los que me rodean, que en su casa solo hay objetos y artefactos, no hay libros, no hay escritura, no hay pensamiento, tal solo simpleza, tan solo palabras, latidos y algunas sensaciones nuevas e interesantes. Los veo desde mi ventana. Estoy entre los libros y lo simple.
Mis pocos libros que son muchos para un hombre como yo, de esta cultura dormida, miedosa, tímida y al mismo tiempo atrevida por ignorancia, están a mi lado, solo los desempolvo, los cambio de lugar, y cuando los abro, los descubro, es como si me transformaran y obligadamente debiera volver a ellos, sintiendo que no leo para descrestar, destellar, que no leo para dominar, que leo para volver a ellos, para quedarme en el mismo párrafo, idea o capítulo, es tanto pensamiento que me atrapa, que quedo ahí, inmóvil, y considero un desperdicio seguir acumulando buenos pensamientos en tanto me olvido o pierdo los que ya había hallado. Me cuido de crear un sin sentido, evitando parecerme a los hombres que solo quieren conquistar, tener; hombres que están a mi lado, que conquistan mundos de libros para sentirse dioses, conquistadores, me da miedo parecerme a ellos. Prefiero el silencio alcanzado con el párrafo, la idea; transpirarla, sentirla y lograr hacerla realidad, verdad en mi, verdad en sí, y ahí dormir.
En esta relación con los libros surgen las preguntas: ¿Para qué seguir conociendo?¿Para alejarme de mi y los otros?¿Para no ser yo, para parecerme a los que fueron y ya no están?¿Para separarme de los que no conocen? ¿De los que no leen o no escriben?
Ellos están ahí, esperado al que no ha de llegar y el que puede llegar, al que ya no quiere ir donde ellos porque son muy extraños, sin decir nada, llenos de vida, llenos de cosas, de historias de otros lugares, hombres y comunidades, algunos dicen que en ellos están la propia explicación de lo que sucede en el momento, sin embargo creo que ellos no alcanzan a explicarse por que los hombres de hoy , al menos lo de mi entorno, esos que viven conmigo, que hacen parte del país que yo habito, ¿por qué no acuden o no se acompañan de los libros? creo saber porque, es un problema particular, los libros existen por encima de las personas, y las personas deben ser dirigidas hacia ellos, existen como un mundo en paralelo, como un mundo propio que a diferencia del nuestro permanece a través del tiempo o circunstancias humanas devastadoras; una vez fueron creados, ellos, los libros para leer y para escribir, no han podido ser exterminados, abolidos. Lo que si sucede con grupos humanos y personas, ¿por qué será? Los libros son un mundo creado para habitar este universo aun sin humanos, de manera tal que si se llegara un exterminio de la especie, alguien más inteligente que todos nosotros, los descifrarían y con ello descubrirían lo que fuimos y lo que no fuimos. Creo que cuando se escribe posiblemente se hace desde la lógica de la preservación de algo de la especie, de lo que no podemos ni estamos preparados para habitar, vivir sentir; los libros dicen de la humanidad y al mismo tiempo la guardan, no necesariamente para los mismos humanos, prevalecen como la gran memoria, y cuando digo libros, no hablo de soporte alguno: papel, pantalla, papiro, entre otros; no, hablo del pensamiento atrapado en signos, en códigos especiales sobre dichos soportes.
Ellos, los libros para leer y los libros escritos o por escribir son una forma de alejarnos de este mundo para entrar en otro mundo, en otra vida, en un mundo paralelo. Los lugares donde están las personas que más leen y más escriben valoran mucho el trabajo de quienes logran llevar a cabo dicha tarea, dado que esta es una época en la que es muy difícil vivir, los hombres están ocupados, muy atareados, razón por la cual, quienes se dedican a leer o escribir libros, son vistos como hombres muy valientes, valiosos y necesarios; este mundo paralelo que crea la especie es un mundo que se valora de dos maneras, como inalcanzable por una buena parte de mis vecinos, coparticipes vitales y como oportunidad para unos pocos, razón por la cual las distintas formas de gobierno saben que si hubieran más de los segundos, la formas de gobierno legales posiblemente se pongan en duda, se pongan a tambalear. Realmente el creedor del mundo paralelo también crea el mundo de los que no entrarán, de los primeros que mencione hace algún rato. Es ahí donde hablamos del empobrecimiento, de la incapacidad, ella es creada, ella es pensada.
En la relación con ellos, hay una sensación extraña, de vacío y llenura al mismo tiempo, siento que todo lo puedo pero no quiero, una pérdida de sentido y en ello el hallazgo de un nuevo sentido, es como si descubriera que puedo ser lo que quiera de la mano de los libros, pero que no quisiera llegar a tal fin; estoy apegado a una condición simple como muchos de los que me rodean, que en su casa solo hay objetos y artefactos, no hay libros, no hay escritura, no hay pensamiento, tal solo simpleza, tan solo palabras, latidos y algunas sensaciones nuevas e interesantes. Los veo desde mi ventana. Estoy entre los libros y lo simple.
Mis pocos libros que son muchos para un hombre como yo, de esta cultura dormida, miedosa, tímida y al mismo tiempo atrevida por ignorancia, están a mi lado, solo los desempolvo, los cambio de lugar, y cuando los abro, los descubro, es como si me transformaran y obligadamente debiera volver a ellos, sintiendo que no leo para descrestar, destellar, que no leo para dominar, que leo para volver a ellos, para quedarme en el mismo párrafo, idea o capítulo, es tanto pensamiento que me atrapa, que quedo ahí, inmóvil, y considero un desperdicio seguir acumulando buenos pensamientos en tanto me olvido o pierdo los que ya había hallado. Me cuido de crear un sin sentido, evitando parecerme a los hombres que solo quieren conquistar, tener; hombres que están a mi lado, que conquistan mundos de libros para sentirse dioses, conquistadores, me da miedo parecerme a ellos. Prefiero el silencio alcanzado con el párrafo, la idea; transpirarla, sentirla y lograr hacerla realidad, verdad en mi, verdad en sí, y ahí dormir.
En esta relación con los libros surgen las preguntas: ¿Para qué seguir conociendo?¿Para alejarme de mi y los otros?¿Para no ser yo, para parecerme a los que fueron y ya no están?¿Para separarme de los que no conocen? ¿De los que no leen o no escriben?
Ellos están ahí, esperado al que no ha de llegar y el que puede llegar, al que ya no quiere ir donde ellos porque son muy extraños, sin decir nada, llenos de vida, llenos de cosas, de historias de otros lugares, hombres y comunidades, algunos dicen que en ellos están la propia explicación de lo que sucede en el momento, sin embargo creo que ellos no alcanzan a explicarse por que los hombres de hoy , al menos lo de mi entorno, esos que viven conmigo, que hacen parte del país que yo habito, ¿por qué no acuden o no se acompañan de los libros? creo saber porque, es un problema particular, los libros existen por encima de las personas, y las personas deben ser dirigidas hacia ellos, existen como un mundo en paralelo, como un mundo propio que a diferencia del nuestro permanece a través del tiempo o circunstancias humanas devastadoras; una vez fueron creados, ellos, los libros para leer y para escribir, no han podido ser exterminados, abolidos. Lo que si sucede con grupos humanos y personas, ¿por qué será? Los libros son un mundo creado para habitar este universo aun sin humanos, de manera tal que si se llegara un exterminio de la especie, alguien más inteligente que todos nosotros, los descifrarían y con ello descubrirían lo que fuimos y lo que no fuimos. Creo que cuando se escribe posiblemente se hace desde la lógica de la preservación de algo de la especie, de lo que no podemos ni estamos preparados para habitar, vivir sentir; los libros dicen de la humanidad y al mismo tiempo la guardan, no necesariamente para los mismos humanos, prevalecen como la gran memoria, y cuando digo libros, no hablo de soporte alguno: papel, pantalla, papiro, entre otros; no, hablo del pensamiento atrapado en signos, en códigos especiales sobre dichos soportes.
Ellos, los libros para leer y los libros escritos o por escribir son una forma de alejarnos de este mundo para entrar en otro mundo, en otra vida, en un mundo paralelo. Los lugares donde están las personas que más leen y más escriben valoran mucho el trabajo de quienes logran llevar a cabo dicha tarea, dado que esta es una época en la que es muy difícil vivir, los hombres están ocupados, muy atareados, razón por la cual, quienes se dedican a leer o escribir libros, son vistos como hombres muy valientes, valiosos y necesarios; este mundo paralelo que crea la especie es un mundo que se valora de dos maneras, como inalcanzable por una buena parte de mis vecinos, coparticipes vitales y como oportunidad para unos pocos, razón por la cual las distintas formas de gobierno saben que si hubieran más de los segundos, la formas de gobierno legales posiblemente se pongan en duda, se pongan a tambalear. Realmente el creedor del mundo paralelo también crea el mundo de los que no entrarán, de los primeros que mencione hace algún rato. Es ahí donde hablamos del empobrecimiento, de la incapacidad, ella es creada, ella es pensada.
Hablando entre actores
Carta entre actores de un territorio.
Respeto que creas tanto en el afuera y que no hayas visto el
adentro. Muchas veces el que piensa dice quinen no piensa y justo ahí es
donde se configura la línea de los miserables. Todos pensamos
y todos debemos creerlo. El colectivo es nuestra ruta, distinguirlo,
verlo, configurarlo, fortalecerlo, nuestra tarea. Y al cumplirla,
comprender que el otro es el que me permite ser. No hablo de
grupos, no, del colectivo, la sensación de estar vivo al lado de
otros.
Lo primero que podría decirse, y desde luego es para discutir, dado
que denota una postura, es que la tarea máxima de un actor, mira que no
hablo de líder, es conservar junto a los suyos la
vida, buscar que su territorio haga visible las formas de valorar la
vida, de expresarla, en ese sentido, nuestra territorio, es un
territorio afectivo, y ello es, sin o con municipalidad,
temo mucho que las mesas interinstitucionales, se tornen un
escenario para la validación de las políticas de un gobierno de turno, y
nosotros los actores nos perdamos un poco y
dejemos de apelar a la autorregulación, a la auto-referencia, por
estar nombrando a otros que finalmente no están con uno, nos privamos
de la maravilla de nombrarnos a sí mismos, por
ello te invito, te convoco, a que juntos nos autor referenciemos,
nos auto organicemos, desde los linderos propios del territorio
afectivo, de la disminución de las brechas, hay muchas
cosas que no hemos hecho juntos, por ejemplo deberíamos inventarnos
un movimiento que se llame los de adentro y hacer todo un desarrollo
endógeno que se relacione con lo exógeno en clave de
potencia. Cuando acudimos a las demandas de otro para que nos vea,
de cierta manera estamos es mostrando nuestra falta de auto
referencialidad,.
Dos, te preguntarás porque te hablo de todo esto, planteo algunos problemas de nuestras organizaciones:
No son articuladas, no tenemos nada en común, no tenemos quien nos haga pensar en nosotros mismo como organizaciones, todos están dentro o por un contrato, la cohesión social se descuidó y convirtió en un trámite. Es como si creyéramos ciegamente que la burocracia conduce a lo colectivo, la historia ha mostrado que no. ¿Cuáles y qué tipo de movilizaciones hemos realizado?
Como hemos reconocido a los actores... quien debe reconocernos.
Por todo lo anterior, propongo que generemos una movilización en pro del afecto como acción vinculante y alrededor de ello, encontremos particularidades de los grupos, qué sentido tiene que otros nos haya dicho que somos un grupo de 36 barrios, no has pensado en eso, ni siquiera chistamos porque nos pusieron un nombre de comuna 8, ¿como nos gustaría llamarnos?
Un abrazo y gracias por ser mi interlocutor, le tengo miedo a la institucionalidad o municipalidad, ellos no nos ven, entonces, prefiero verme. Son mentirosos. Y nosotros creyentes.
No son articuladas, no tenemos nada en común, no tenemos quien nos haga pensar en nosotros mismo como organizaciones, todos están dentro o por un contrato, la cohesión social se descuidó y convirtió en un trámite. Es como si creyéramos ciegamente que la burocracia conduce a lo colectivo, la historia ha mostrado que no. ¿Cuáles y qué tipo de movilizaciones hemos realizado?
Como hemos reconocido a los actores... quien debe reconocernos.
Por todo lo anterior, propongo que generemos una movilización en pro del afecto como acción vinculante y alrededor de ello, encontremos particularidades de los grupos, qué sentido tiene que otros nos haya dicho que somos un grupo de 36 barrios, no has pensado en eso, ni siquiera chistamos porque nos pusieron un nombre de comuna 8, ¿como nos gustaría llamarnos?
Un abrazo y gracias por ser mi interlocutor, le tengo miedo a la institucionalidad o municipalidad, ellos no nos ven, entonces, prefiero verme. Son mentirosos. Y nosotros creyentes.
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Amigos en el papel
- BARBERO; Jesús Martín. La Educación desde la comunicación. " La comunicación se carga de una significación política irrecusable al des-cubrir los multiples rostros de la "violencia Símbólica" (P, Bourdieu y J. Passeron:1970) añadía a la otra, la del hambre y la exclusión social." p29
- BAUMAN; Zygmunt. La Globalización. " Los procesos de Globalización, que amplian las libertades para algunos, aparecen como un destino cruel e indeseado para los demás"